Lia

Hablar de ella, en tercera persona, siempre me ha parecido la manera más razonable de hablar de . Nunca e llegado a conocerme tanto. Por eso hoy os cuento su historia. La historia de la chica qe creía qe volaba cuando movía los brazos muy rápido. La chica qe creó un mundo de historias de mentira en un cuaderno. La chica qe sonreía por obligación. La chica que creció de repente un día y se sintió más mayor qe nadie. La chica que estudiaba, pero no matemáticas, lengua ni ciencias ... estudiaba la felicidad práctica y teóricamente. La chica qe se enamoró de la vida después de mucho tiempo. La chica qe espiaba a los enamorados y se sintió grande el día que la espiaron a ella. La chica esa que se lo creía todo y que no sabía seguir si alguien no la empujaba primero. La chica que soñaba y soñaba y se sentía pequeñita al lado de los demás. Hoy os contaré su historia, cotilleando en su cuaderno. Simplemente, relajaos, y descubrid como ella ve el mundo. Quizás os sorprende.

lunes, 28 de marzo de 2011

Hace ya lo mio, cogí las riendas de mi vida. En búsqueda del equilibro perfecto entre la realidad y mis sueños. Las palabras que siempre digo, esconden el mañana, refugiándose tras los abrazos que me regalan tus miradas. ¿Porqué este miedo al amor?, todos sabemos, que las locuras asociadas al amor puede ser tremenda mente poderosas, y los defectos tremenda mente enamoradizos. Lo esencial del amor, es la importancia del viaje, no la meta. Que el camino no tiene retorno. Lo que cuenta no es el resultado, sino el esfuerzo puesto, lo que me importa no es la vida, sino sentirnos vivos. Eso es lo que me grita mi corazón, alguien que se pierda conmigo. A lugares remotos, donde poder inventar mundos paralelos y realidades alternativas. A lugares donde podamos dar paseos para recordar. Donde sentir la felicidad en las sonrisas espontáneas, en reacciones involuntarias donde las cosas más bonitas suceden en el momento más inesperado.
Esa es la clase de amor que quiero.

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