Exacto, el día que te conocí no vi una .. sino 10 tipos diferentes de sonrisas. Fueron preciosas. No sé si porque me fijé más que de costumbre o porque eran únicas.
La primera, fue al acercarte donde estaba. Una un tanto inusual, pero sencilla.
La segunda, si no recuerdo mal, la que le regalas a tus amigos cuando hablais y gastais bromas.
La tercera, la de la victoria. La de estar orgulloso de si mismo y reconocer el esfuerzo interior.
La cuarta, es esa incómoda que das al mundo cuando todo en tí está mal, y tu te empeñas en
aparentar que vá mejor que nunca.
La quinta, es aquella que se te escapa cuando alguien te roza el corazón con la yema de los dedos. Sin olvidarme de aquella que vi de refilón por la verguenza de la situación. Esa es la sexta. Pensando que nadie te ve, estas en tu cuarto cantando como un loco, imaginando que eres tu el solista de tu grupo favorito y entonces surge la séptima.
La octava, la desprendes cuando te sientes realmente bien y tienes ganas de comerte el mundo.
La novena, es cuando despiertas por las mañanas, tras tener un sueño un tanto diferente e imaginas por un segundo que podría suceder.
Y fue irreconocible, me costó mi tiempo darme cuenta .. pero es la más bonita, la sonrisa que me inspiró a escribir esto, es la décima, la que me diste al mirarme a los ojos.
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