Lia

Hablar de ella, en tercera persona, siempre me ha parecido la manera más razonable de hablar de . Nunca e llegado a conocerme tanto. Por eso hoy os cuento su historia. La historia de la chica qe creía qe volaba cuando movía los brazos muy rápido. La chica qe creó un mundo de historias de mentira en un cuaderno. La chica qe sonreía por obligación. La chica que creció de repente un día y se sintió más mayor qe nadie. La chica que estudiaba, pero no matemáticas, lengua ni ciencias ... estudiaba la felicidad práctica y teóricamente. La chica qe se enamoró de la vida después de mucho tiempo. La chica qe espiaba a los enamorados y se sintió grande el día que la espiaron a ella. La chica esa que se lo creía todo y que no sabía seguir si alguien no la empujaba primero. La chica que soñaba y soñaba y se sentía pequeñita al lado de los demás. Hoy os contaré su historia, cotilleando en su cuaderno. Simplemente, relajaos, y descubrid como ella ve el mundo. Quizás os sorprende.

sábado, 23 de febrero de 2013

A de Analógico.


Os podréis conocer en la era digital, la plataforma del 2013, Facebook, tuenti, twitter, a través de pantallas digitales, iMac, pero vuestros corazones serán analógicos. Vuestras bocas , los suspiros no podrán ser traducidos a código binario, a un idioma de ceros y unos.

Algunos dicen que las máquinas nos comerán y acabaremos convertidos en animales digitales, bestias, pero nunca sucederá eso. Las sábanas no se empapan por tormentas de ideas en foros cibernéticos, sino por la fusión de dos deseos que chocan contra un colchón. No se puede escanear un abrazo, ni darla a la tecla de ESC cuando los malentendidos te llenan el corazón de dudas; y el dolor no se puede meter en la bandeja de salida. Todo esto os pasará. Porque os conoceréis en digital, pero os amareis en analógico. Pero pronto entenderéis que hay que arrojar el ordenador por la ventana: El antivirus del amor, es más amor. 

Abanderada de impulsos del corazón.


- ¿Cuándo decidirás dejar de engañarte a ti misma?
- y tu, ¿Cuándo te decidirás a dejarme tranquila?
- Sabes, de sobra que no lo digo con mala intención. Te conozco mejor que nadie y creo que ya es hora.
- ¿Me volverás a dar la charla de siempre? Porque mira que ya me la se de memoria ...
- No tranquila, pero ahora no pongas esos lindos ojos en blanco, y tampoco empieces a decirme que desafortunada eres en el amor, en la suerte y en todo lo demás.
- Es así y si tan bien me conoces, no hace falta decir nada, tu mismo lo ves.
- Claro, claro, eso es porque tu aceptas el amor que crees que mereces.
- ¿A qué te refieres?
- Te quejas, de porque siempre andas fijándote en los chicos que no te convienen, ¿no?
- No siempre, pero ahora sí.
- Pues eso es por lo que he dicho.

En ese momento, el silencio inundo la habitación y Lía giro la cabeza mirando a la nada, mientras Sergio, le acaricio la cara, para que le mirara.

- Mira Lía, no puedes quedarte ahí como siempre y poner tu vida por delante de la de todos los demás. Ya es hora de que mires un poco por ti. No puedes ponerle límites a los demás. Tu solo, sonríe, se tu misma y deja que todo fluya.

- Lo sé .. lo intento.
- Entonces, ¿qué excusa tienes?
-¿Para?
- Para actuar como actúas.
- No me gusta hacer lo que los demás esperan de mí .. ¿por qué hacerlo?
- ¿Entonces, los decepcionas desde el comienzo?
- No exactamente .. bueno, algo así.
- Pues te has equivocado.
-¿Cómo?
- A mi no me decepcionaste.


martes, 19 de febrero de 2013

No se como explicarte.

A veces sucede algo. Dentro de nosotros que nos obliga a condenarnos a nosotros mismos, en un pensamiento continuo. Las pequeñas barreras que están en nuestro interior, pasan a ser un laberinto cada vez mayor.

Hace tiempo, relataba tras personas inventadas la necesidad de que alguien compartiera mi caos interior, para poder sentirme así identificada con alguien. Con el paso del tiempo, te das cuenta que lo que te hace falta no es nadie que comparta nada de lo que sientas. Sino, alguien que te saque de ahí, y te haga ver que continua todo.

Y cerró la tapadera de su libreta. Ella sabía que nadie leería nunca lo escrito ahí, o quizás si, quien sabe, pero eso lo decidiría solo ella. Aparcó sus sentimientos y volvió a la vida real. Donde seguía como siempre, buscando los momentos adecuados para comportarse como los personajes de sus historias. 
Siempre pisando sobre seguro, no era capaz de jugar a trapecista sin red. A expensas de ver hasta donde eran capaces de llegar las personas que están a su alrededor. Siempre tan transparente la pequeña Lía medio ahogada en su sensibilidad, sería la chica que algún día destrozaría al miedo, de un abrazo.

"No sé cómo explicarte que antes de marcharme ya quería volver"




miércoles, 13 de febrero de 2013

La verdad.

El amor de los enamorados, se acaba cuando ambos se confiesan que se aman. Porque entonces empiezan a creer que cada uno son de su propiedad.


El amor secreto es mágico, cuando deja de ser secreto se vuelve real, y el amor
 real es un poco más complicado