Lia

Hablar de ella, en tercera persona, siempre me ha parecido la manera más razonable de hablar de . Nunca e llegado a conocerme tanto. Por eso hoy os cuento su historia. La historia de la chica qe creía qe volaba cuando movía los brazos muy rápido. La chica qe creó un mundo de historias de mentira en un cuaderno. La chica qe sonreía por obligación. La chica que creció de repente un día y se sintió más mayor qe nadie. La chica que estudiaba, pero no matemáticas, lengua ni ciencias ... estudiaba la felicidad práctica y teóricamente. La chica qe se enamoró de la vida después de mucho tiempo. La chica qe espiaba a los enamorados y se sintió grande el día que la espiaron a ella. La chica esa que se lo creía todo y que no sabía seguir si alguien no la empujaba primero. La chica que soñaba y soñaba y se sentía pequeñita al lado de los demás. Hoy os contaré su historia, cotilleando en su cuaderno. Simplemente, relajaos, y descubrid como ella ve el mundo. Quizás os sorprende.

lunes, 12 de diciembre de 2011

;)

Cuando las estrellas bostecen, se te escapara el amor entre los acordes de aquella canción que nunca escribiste. Aquel invierno fue el más frió de todos, pero daba igual que llovieran cristales que acabaran desgarrándote la piel, porque no podía doler más.

Por eso, un invierno después, surje la guerra entre las cosas que no se dijeron y las que acabaron por decirse de más. Y todo aquello se extravió en algún lugar en la profundidad de la ciudad que te vio crecer, llorar, reír y hacer el amor. Y todo para que al final sea solo eso. Que te vayan a buscar a la parada del autobús, una mirada de complicidad, una voz al otro lado del teléfono, palabras escritas en un espejo, sabanas que se acostumbran a tu cuerpo, que las estrellas brillen un poco mas y más y que el amanecer duela menos. Tu lo que necesitas es alguien que te baje la luna, porque follar puede hacerlo cualquiera.

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