Lia

Hablar de ella, en tercera persona, siempre me ha parecido la manera más razonable de hablar de . Nunca e llegado a conocerme tanto. Por eso hoy os cuento su historia. La historia de la chica qe creía qe volaba cuando movía los brazos muy rápido. La chica qe creó un mundo de historias de mentira en un cuaderno. La chica qe sonreía por obligación. La chica que creció de repente un día y se sintió más mayor qe nadie. La chica que estudiaba, pero no matemáticas, lengua ni ciencias ... estudiaba la felicidad práctica y teóricamente. La chica qe se enamoró de la vida después de mucho tiempo. La chica qe espiaba a los enamorados y se sintió grande el día que la espiaron a ella. La chica esa que se lo creía todo y que no sabía seguir si alguien no la empujaba primero. La chica que soñaba y soñaba y se sentía pequeñita al lado de los demás. Hoy os contaré su historia, cotilleando en su cuaderno. Simplemente, relajaos, y descubrid como ella ve el mundo. Quizás os sorprende.

domingo, 8 de enero de 2012

Nadie puede alcanzar la meta propuesta de un solo intento, ni perfeccionar su vida de una sola rectificación. Ninguna persona camina segura por la vida sin haber pisado en falso antes. Nadie siente verdaderamente lo que es el amor, sin probar sus lágrimas ...

Nadie puede juzgar, sin conocer antes sus defectos y debilidades. Ninguna persona puede cultivar amistad, sin renunciar a sí mismo, ni recoge las rosas del rosal sin sentir antes sus espinas. Y sobretodo ... ninguna persona recoge su cosecha sin antes haberle puesto esfuerzo, trabajo y constancia.

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