Te permito que te hagas un rincon en mi mundo, o en mi vida. A lo mejor mi vida, acaba convirtiéndose en tu mundo y entonces, ganarías mil y una sacudidas con un cigarro a medias. Fuiste ganándome poco a poco, pero también fuiste perdiéndome ... Aprendí a que esa barba tuya de dos días era aún mejor cuando la acompañaba ese sonreír tan tuyo. Aprendí que te podrías recorrer Barcelona en taxi, y acabar fuera de mi perímetro, pero dentro del perímetro de mi boca. Que daría segundas oportunidades y ellas las darían conmigo. Que julio traerá alguna locura justificada y un adiós a los 15 libros de esa estantería que callaron tanto...
Cuarenta y tres metros cuadrados y apareciste tú. Desapareció el que un día estuvo y volvió a reaparecer el que un día fuiste. Ese tan fácil de olvidar, y difícil de querer. Pero eh, no me ganes poco a poco, si luego nos vamos a echar a perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario