Lia

Hablar de ella, en tercera persona, siempre me ha parecido la manera más razonable de hablar de . Nunca e llegado a conocerme tanto. Por eso hoy os cuento su historia. La historia de la chica qe creía qe volaba cuando movía los brazos muy rápido. La chica qe creó un mundo de historias de mentira en un cuaderno. La chica qe sonreía por obligación. La chica que creció de repente un día y se sintió más mayor qe nadie. La chica que estudiaba, pero no matemáticas, lengua ni ciencias ... estudiaba la felicidad práctica y teóricamente. La chica qe se enamoró de la vida después de mucho tiempo. La chica qe espiaba a los enamorados y se sintió grande el día que la espiaron a ella. La chica esa que se lo creía todo y que no sabía seguir si alguien no la empujaba primero. La chica que soñaba y soñaba y se sentía pequeñita al lado de los demás. Hoy os contaré su historia, cotilleando en su cuaderno. Simplemente, relajaos, y descubrid como ella ve el mundo. Quizás os sorprende.

lunes, 16 de enero de 2012

Cuarenta y tres metros cuadrados.

Te permito que te hagas un rincon en mi mundo, o en mi vida. A lo mejor mi vida, acaba convirtiéndose en tu mundo y entonces, ganarías mil y una sacudidas con un cigarro a medias. Fuiste ganándome poco a poco, pero también fuiste perdiéndome ... Aprendí a que esa barba tuya de dos días era aún mejor cuando la acompañaba ese sonreír tan tuyo. Aprendí que te podrías recorrer Barcelona en taxi, y acabar fuera de mi perímetro, pero dentro del perímetro de mi boca. Que daría segundas oportunidades y ellas las darían conmigo. Que julio traerá alguna locura justificada y un adiós a los 15 libros de esa estantería que callaron tanto...

Cuarenta y tres metros cuadrados y apareciste tú. Desapareció el que un día estuvo y volvió a reaparecer el que un día fuiste. Ese tan fácil de olvidar, y difícil de querer. Pero eh, no me ganes poco a poco, si luego nos vamos a echar a perder.

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