Lia

Hablar de ella, en tercera persona, siempre me ha parecido la manera más razonable de hablar de . Nunca e llegado a conocerme tanto. Por eso hoy os cuento su historia. La historia de la chica qe creía qe volaba cuando movía los brazos muy rápido. La chica qe creó un mundo de historias de mentira en un cuaderno. La chica qe sonreía por obligación. La chica que creció de repente un día y se sintió más mayor qe nadie. La chica que estudiaba, pero no matemáticas, lengua ni ciencias ... estudiaba la felicidad práctica y teóricamente. La chica qe se enamoró de la vida después de mucho tiempo. La chica qe espiaba a los enamorados y se sintió grande el día que la espiaron a ella. La chica esa que se lo creía todo y que no sabía seguir si alguien no la empujaba primero. La chica que soñaba y soñaba y se sentía pequeñita al lado de los demás. Hoy os contaré su historia, cotilleando en su cuaderno. Simplemente, relajaos, y descubrid como ella ve el mundo. Quizás os sorprende.

viernes, 20 de enero de 2012

Miedo.

Siempre habrá cosas que nunca llegarás a decir por miedo. En realidad, todas las personas somos un poco cobardes cuando se trata de decir algo que nos importa demasiado. Las cosas que realmente nos importan, son aquellas que no necesitan palabras, sino que con un gesto, una mirada, una sonrisa o un abrazo se bastan. Hay incluso, hasta veces que sin tener lo que quieres, tienes miedo a perderlo. Pero escucha, no vale la pena forzar nada.

Todo lo que tiene que ocurrir, ocurrirá cuando menos te lo esperes, por amor al arte, como si fuera cuestión de magia, puede ser tanto para bien, como para mal, pero ocurre cuando mas lo ansias y menos lo esperas. Es en esos momentos, cuando te das cuenta que nada depende de ti, que también depende de otras personas, eso es quizás lo que hace que la vida sea tan curiosa. Que las cosas no tienen valor por sí solas, serán importantes en la medida que tú le des la importancia que quieras.



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