¿Qué queréis las jodidas mujeres?

La miró dos veces y a la tercera la dejo seca. Se giró y y pegó un portazo poniendo las manos rectas en la pared de enfrente. Lía, que no daba crédito a lo que veía, echó a correr detrás de

el.

- Alex !- dijo con un grito ahogado -Alejandro !- Se acercó cada vez más hasta situarse detrás de su espalda.

-¿Qué quieres Lía?, a ver explícamelo de una jodida vez, ¿Qué quieres de mí? ¿Qué queréis las

mujeres de nosotros?EH ! ¿Qué queréis? Queréis que seamos unos jodidos supermanes, superspiderman, o algo así, eh? Es que no me lo explico, queréis tíos fuertes, que sean dulces y que tengan la apariencia de atormentados pero a la misma vez que sean graciosos. Os gustan poetas, cursis pero luego un poco brutos. Queréis que seamos siempre constantes pero que de vez en cuando os sorprendamos. Sinceros, sinceros ante todo pero guardando el pequeño toque misterioso, que estemos locos por vosotras y que pasemos de vuestro culo. Queréis que seamos guapos, pero que la belleza no importe .. Joder ! Que tengamos la capacidad de abriros el camino hasta el cielo, pero solo a vosotras. No queréis secretos, ni uno, pero también que seamos como desconocidos para sentir todos los días las maripositas en el estómago. Que os hagamos sentir especiales, pero que no seamos pegajosos. Estar con vosotras en los momentos más importantes, pero tener vuestro espacio. Lo queréis TODO ! Joder ..

con la mirada fija en un punto .. y las lágrimas resbalándose por su cara Lía se limito a decir lo que sentía en su interior y pensaba.

-Es simple, más de todo lo que estás montando. Y yo no soy nadie para decirte que es lo que queremos las mujeres, simplemente voy a decirte lo que yo quiero. Quiero que me hagas sentir dentro de mí que no estoy desaprovechando mi vida, mi tiempo. Que abras tu alma hacia mí, no el cielo: Pero que lo hagas siempre. Quiero que sepas mentirme, no me importarán tus mentiras siempre y cuando te dejes el corazón cuando estas conmigo. Que seas generoso porque puedes, no por obligación. Que tengas sangre en las venas, no horchata .. Que me digas las verdades a la cara, tanto cuando nos cabreamos, como cuando no. No quiero que estés siempre conmigo, sino que cuando lo estés lo sientas y en vez de tantas palabrejas lo demuestres todo con una mirada .. un abrazo o un beso. Quiero que te dé igual lo que hago cuando no estoy contigo, porque sabes que no encontraré a nadie mejor. Que me tiemblen las rodillas, y hasta los tobillos cuando me agarras de la nuca y tocas mi pelo. Quiero que sepas de una jodida vez que te quiero.

Y esta vez era ella la que se giraba y apontocaba en el pasillo.. temblando le todo el cuerpo y sin saber lo que seguir diciendo. Su mente le daba mil y una vueltas .. ¿Me habrá entendido?¿Cómo lo habré dicho?. Entonces él se puso en la pared de enfrente, separándoles apenas 7 centímetros. Y sin la necesidad de continuar discutiendo o decirle alguna palabra más. La abrazó.