Es ese sonido inconfundible de la Blackberry. Amanece en Cádiz. Se retrasan todos los despertadores y se adelantan las ganas de encontrarte. Un lunes, martes, miércoles y para de contar. Todos los días de diario, rutinas que se hacen de noche. Que si no te tengo, acabo inventándote. Y si no te invento, acabado olvidandote.
Tacones en noches ebrias y taxistas sobrios que intentan no reírse. Creo que me estoy obsesionando de ti, pero de él no. Cuarenta metros cuadrados y seis cuerdas de guitarra. Una sola canción de rock, cascos y un paseo por la Caleta. El bar que hace esquina de la plaza de la iglesia. Plaza España en invierno y el parque natural guarda un secreto .. Cádiz y yo buscando un amor, y dicho amor escondido en una boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario