Cuando nos abrazamos, nos autoalimentamos de energia. Le damos la vida que le falta a nuestros sentidos y aprendemos a reafirmar la confianza de nuestros propios sentimientos. Cuando notamos que no tenemos las palabras adecuadas para expresar lo que nos eriza el pelo, el abrazo es lo mejor.
Necesitamos cuatro abrazos para sobrevivir a este mundo, ocho para mantenernos aquí y doce para crecer. Un abrazo te hace sentir bien. A través de él, nuestra piel recibe el mayor regalo que podemos obtener. Es también, una forma de comunicarse. Y siempre, siempre dice muchísimas más cosas que con simples palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario