He caído en la conclusión de que es tan sencillo como parece, no hay ningún truco ni trampas detrás de las esquinas, ni entre líneas. No es porque no le encuentre ningún defecto, aunque me esfuerce al máximo en encontrar algo que no lo haga tan jodidamente increíble, inmejorable e inalcanzable. Ni siquiera porque cuando me sucede algo, dice "¿A quién hay que pegar?". No tiene nada que ver con que me hace perder la razón o con que con sus palabras, con su voz me alegra los minutos, las horas y hasta todo el día. No es nada de eso, porque lo cierto es que me conformaría con menos. No necesito mas, porque cuando sonríe, no hay nada malo. No existe nada, solo esa sonrisa y lo fácil que parece a veces ser feliz, lo poco que se necesita y lo bien que sienta. Y joder, en ese instante ni tirarme al vacío, ni esa adrenalina superaría esa sensación. Me conformo con cuando sonríes y el mundo es menos malo. ¿Quién me iba a decir que sería tan sencillo?. Pues lo es, se reduce a ti, a que me sonrías todas las mañanas hasta que me vuelva loca, a que me jodas todos los esquemas y me obligues a improvisar porque me dejas sin palabras. Porque no necesito nada mejor. Porque joder, sé que no existe nada mejor.