- ¿Cuándo dejarás tus miedos atrás Lía?
- ¿Por qué no somos una pareja feliz, Alex?
-¿A qué viene esa pregunta?, sólo intentas evitar el tema...
- No lo quiero evitar, es más ¿ sabes cuando dejaré mis miedos atrás?, cuando tu asumas que no somos una pareja en absoluto; somos por casualidad, dos extraños que se chocaron un día. Tu me llevas siempre presente como un recuerdo, cada vez más pequeño a medida que pasa el tiempo... Y yo, yo te llevo como una esperanza, que va creciendo con el paso de los días.
- No comparto lo que dices...
- Da igual, quieras o no, el recuerdo que tengo de ti es mil veces más grande que incluso nosotros mismos.
- Pero es culpa tuya que estemos en este punto muerto Lía...
-¿Mía?¿Por qué?, el problema es que te niegas a ver las posibilidades, y prefieres quedarte en el punto que empezamos...
-¿Qué intentas, hacerme sentir mal?
- Una vez más, le vas vueltas a todo, con lo clara que soy. Alex, dos equivocaciones no suman un acierto.
- Creo que cometí un gran error al continuar con este absurdo juego..
- Exacto, cometiste un gran error al pensar que esto sería un juego más de los tuyos. Tal vez tu piensas que esto carece de importancia, pero yo pienso que merecería la pena volver a repetir. Pero pensándolo bien nunca seremos el uno para el otro, porque somos más de lo que estamos dispuestos a ver.
Con el punto final de Lía, Alex quedo perplejo, se incorporo, cogió su cazadora y con la cabeza agachada, comprendió que aquella pequeña no era como las demás tías de usar y tirar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario