Lia

Hablar de ella, en tercera persona, siempre me ha parecido la manera más razonable de hablar de . Nunca e llegado a conocerme tanto. Por eso hoy os cuento su historia. La historia de la chica qe creía qe volaba cuando movía los brazos muy rápido. La chica qe creó un mundo de historias de mentira en un cuaderno. La chica qe sonreía por obligación. La chica que creció de repente un día y se sintió más mayor qe nadie. La chica que estudiaba, pero no matemáticas, lengua ni ciencias ... estudiaba la felicidad práctica y teóricamente. La chica qe se enamoró de la vida después de mucho tiempo. La chica qe espiaba a los enamorados y se sintió grande el día que la espiaron a ella. La chica esa que se lo creía todo y que no sabía seguir si alguien no la empujaba primero. La chica que soñaba y soñaba y se sentía pequeñita al lado de los demás. Hoy os contaré su historia, cotilleando en su cuaderno. Simplemente, relajaos, y descubrid como ella ve el mundo. Quizás os sorprende.

jueves, 20 de octubre de 2011

clandestino.

Un amor clandestino es un escape constante, es incomodidad, adrenalina, tensión. Es ojos que no ven pero corazón que presiente, es un momento privado, inconfesable. Cuando amamos, el corazón del otro es un tesoro, y cual piratas queremos arrebatar ese tesoro sin importar si tiene dueño o no. Nos atrae el amor clandestino, secreto, porque el amor cómplice se hace más fuerte, más nuestro y solo nuestro. La complicidad es un guiño, una aventura, y al amor le encanta la aventura. En el secreto cómplice hay libertad, porque escapamos de la mirada de los demás y nos permitimos ser libres, rebeldes, aventureros como los piratas. El amor secreto es mágico, cuando deja de ser secreto se vuelve real, y el amor real es un poco más complicado. El amor pirata no conoce el miedo, aborda, conquista, arrebata y roba. Y a veces paga las consecuencias. Un amor pirata es un amor que no puede ser y es por eso que nos atrae tanto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario