Lia

Hablar de ella, en tercera persona, siempre me ha parecido la manera más razonable de hablar de . Nunca e llegado a conocerme tanto. Por eso hoy os cuento su historia. La historia de la chica qe creía qe volaba cuando movía los brazos muy rápido. La chica qe creó un mundo de historias de mentira en un cuaderno. La chica qe sonreía por obligación. La chica que creció de repente un día y se sintió más mayor qe nadie. La chica que estudiaba, pero no matemáticas, lengua ni ciencias ... estudiaba la felicidad práctica y teóricamente. La chica qe se enamoró de la vida después de mucho tiempo. La chica qe espiaba a los enamorados y se sintió grande el día que la espiaron a ella. La chica esa que se lo creía todo y que no sabía seguir si alguien no la empujaba primero. La chica que soñaba y soñaba y se sentía pequeñita al lado de los demás. Hoy os contaré su historia, cotilleando en su cuaderno. Simplemente, relajaos, y descubrid como ella ve el mundo. Quizás os sorprende.

domingo, 10 de julio de 2011

No hace falta que digáis eso de que "perdéis la cabeza por sus caderas", sé de sobra que tiene esa sonrisa, todas las maneras, y el remolino que se forma con cada gesto que hace, cada paso que da.
Pero además, la he visto ser ella misma, y enserio eso no se puede describir con unas palabras, un poema o un escrito...


Por eso, eso que me dices de "Mírala como se contonea con la cerveza en la mano, que hace fácil lo difícil, que parece como si fuera sencillo a veces enamorarse", todo eso de que a veces ella es el único puto motivo que te hace sentir vivo y a la mierda con el miedo, con la autodestrucción, todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre.

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