Lia

Hablar de ella, en tercera persona, siempre me ha parecido la manera más razonable de hablar de . Nunca e llegado a conocerme tanto. Por eso hoy os cuento su historia. La historia de la chica qe creía qe volaba cuando movía los brazos muy rápido. La chica qe creó un mundo de historias de mentira en un cuaderno. La chica qe sonreía por obligación. La chica que creció de repente un día y se sintió más mayor qe nadie. La chica que estudiaba, pero no matemáticas, lengua ni ciencias ... estudiaba la felicidad práctica y teóricamente. La chica qe se enamoró de la vida después de mucho tiempo. La chica qe espiaba a los enamorados y se sintió grande el día que la espiaron a ella. La chica esa que se lo creía todo y que no sabía seguir si alguien no la empujaba primero. La chica que soñaba y soñaba y se sentía pequeñita al lado de los demás. Hoy os contaré su historia, cotilleando en su cuaderno. Simplemente, relajaos, y descubrid como ella ve el mundo. Quizás os sorprende.

jueves, 25 de julio de 2013

Solo un poco de mi, que eres tu.

Lo mas curioso de todo, es que era culpa suya todos esos pensamientos inocentes. Y lo más curioso aún, es que le echaba todas las culpas, sin ni siquiera tenerla.
Desde el día que te conocí, he de reconocer que me asusto el potencial que podías llegar a tener, aunque a la vez me enamoro tu personalidad. 
Entonces comprendí, que debía hacer que vivieras asumiendo los riesgos que aparecerían en tu vida. ¿Para qué?, para hacer más difícil tus días. Así no solo te limitarías a avanzar. Sin embargo, fue un doble filo en tu vida. Te lleve conmigo y sin preguntarte. Te hice pensar que la perfección es lo que yo conseguía y esa solo era para mi. 

Egoista podría ser la palabra. Pero ni tu misma piensas eso. Crees que aunque ahora no seamos la misma persona, en el fondo compartimos cosas que nunca podrán cambiar. Decidiste hacer que la inocencia desapareciera, pero el carácter es estable en ambas.  A partir de días así, yo he decidido no volver a incidir en tus actos, decide tu, elegir la persona que eres o quieres ser. 

Así que, querida amiga, no me olvides o me volverás a encontrar.
Porque aunque no pronuncies más mi nombre, siempre habrá un nosotras. 


Atentamente: Lía.

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